El día que la radio salió a la calle

"Si estás en Madrid, estás tardando en venir". Con este mensaje escrito ayer en Twitter (la red social de mensajes instantáneos) comenzaba la séptima edición de La Radio Encendida, 10 horas de una fiesta-programa de Radio 3 en la que 16 grupos actuaron en directo y gratis en La Casa Encendida. Aunque lo pareciera, la cita no era un festival de conciertos; era el día en el que la radio se tiraba a la calle.
No ha pasado ni media hora desde que Chico Ocaña, el encargado de inaugurar el certamen de radio al mediodía, comenzara a actuar y en la puerta de La Casa Encendida la gente ya empieza a hacer cola. No quieren perderse a Muchachito Bombo Infierno, el segundo de los 16 artistas que van a pasar por los dos escenarios del local, el del patio y el del auditorio. El público va entrando poco a poco pero cuando Muchachito toca Ojalá no te hubiera conocido nunca, en el patio (con aforo para unas 500 personas) no cabe nadie más. Fuera hay casi otras 300 personas esperando al siguiente concierto. "Nosotros sólo somos una cerilla porque la música permanece encendida todo el día", se despide el grupo mientras la gente se empieza a mover hacia el auditorio, escenario del siguiente concierto. "Hemos montado dos espacios para fomentar el movimiento de la gente. Los que están fuera tienen prioridad para entrar al siguiente concierto así todo el mundo puede disfrutar de algún grupo", explica el coordinador de comunicación de La Casa Encendida, David Calzado. Con tanta gente y tantas expectativas hay que organizar. En la fiesta de la radio del año pasado pasaron por el centro cultural unas 6.500 personas

"No sólo hemos querido traer a grupos grandes, sino también nuevos y creo que la programación reúne lo que se necesita para hacer un espectáculo de 10 horas", explica la directora de Radio 3, Lara López, mientras el estilo, entre rock y folk, de Clint deleita en el auditorio. El grupo casi no llega a tiempo para actuar. "Nos estaba multando un policía por aparcar y no quería dejarnos venir", explica uno de los componentes en los camerinos, una vez han dado el relevo al último grupo de la mañana, Napoleón Solo.

A diferencia de los años anteriores, en esta convocatoria hay descanso para la comida. A las tres de la tarde se deja de emitir. Una hora después vuelve a ponerse todo en marcha. La radio (el festival se emitió en directo en Radio 3 y se puede escuchar en podcast), las cámaras y la transmisión en las webs de Radio 3, La Casa Encendida y La 2, y el Twitter. "Creo que el año pasado intentaron pasarlo por Twitter pero no termino de funcionar pero este evento necesita ser tuiteado. ¡Había que darle algo de vidilla!", explica Kiera Cabrera, jefa de tuiteros. El grupo al que dirigía fue el que transmitió el evento por la red social y estaba formado por cinco personas elegidas al azar entre medio centenar que presentaron su solicitud en el Twitter de La Casa Encendida. Aunque no anunciaron a Cohete (el grupo que inauguró la tarde) ni relataron la fantástica actuación de Nawja, que llenó y emocionó, "los tuiteros aportan un lenguaje muy directo, actual y necesario", continúa Cabrera.

"¿Pasamos un rato de la cola y nos vamos a la terraza a tomar un rato el sol?", pregunta Iñaki Salcedo, de 24 años, a sus amigas. Se han perdido la actuación de Coque Malla y mientras esperan a La bien querida se suben a la azotea. Grupos de chicos en corrillos, treintañeros fumando un cigarro o erasmus disfrutando de los primeros rayos de sol de marzo ocupan la terraza mientras de banda sonora suena Niño y Pistola, que aunque están tocando en el patio, se oyen hasta en la terraza. Un descanso antes de continuar, porque todavía faltan Gerard Quintana, Yolanda Camino, Delafé, Pony Bravo McEnroe, el esperadísimo Jorge Drexler o el fin de fiesta con los Ilegales. A las once de la noche acaba todo. También el día en el que la radio tomó la calle.

FUENTE: PABLO LEÓN / EL PAIS.ES